¡Buenos días a todos nuestros profesionales de la patata!
Hoy tenemos el placer de encontrarnos de nuevo para compartir con vosotros una noticia muy importante del sector de la patata.
La cosecha de patatas nuevas en Europa, tal y como comentamos en nuestro anterior artículo, parece que está retrasada debido a las condiciones climáticas que han sufrido estas últimas semanas distintos países de Europa. Lo mismo sucede con la patata nueva francesa.
Un ejemplo de ello es la zona de producción de Noirmoutier, una isla ubicada en el océano atlántico, la cual acaba de empezar su cosecha en cantidades muy limitadas, y siendo a día de hoy posible cosechar únicamente la patata que esta cultivada en invernadero. Este año con precios bajos el volumen de exportación de patata francesa ha aumentado en más de un 12% con respecto a la campaña pasada.
Hemos podido constatar estas últimas semanas que además de los países habituales que compran patatas francesas, hemos notado un aumento considerable de ventas a los países del este de la Unión Europea. Estos países suelen compran calidades inferiores a precios inferiores por norma general, lo que ayuda a que lotes complicados puedan venderse.
Así pues con un volumen más inferior cada semana que pasa, estamos constatando que muchos agricultores van vaciando sus cámaras antes de lo previsto para no correr riegos, y esto supone a día de hoy, que junto con la demanda en aumento por el posible retraso de nuevas cosechas, haya una sensación a la alza de los precios, ya sea en calidades intermedias o principalmente en calidades cartonables, las cuales son más difíciles de encontrar cada día que pasa. Además, anuncian lluvias los próximos días, lo que va a retrasar aún más la plantación de patata de conservación francesa.
Este año, tendremos que esperarnos un poco más para saborear estas deliciosas patatas nuevas.