El Agriculture and Horticulture Development Board (AHDB) estima que el área total de plantación de patatas es de 119 000 hectáreas, un 3 % menos con respecto al año pasado.
Esto la convierte en la tercera área más pequeña según el registro. Esta noticia llega en un momento difícil para los patateros, con una sequía que podría afectar seriamente a los cultivos.
El doctor Rob Clayton, director estratégico del sector de la patata del AHDB, cree que una industria resistente podrá mantener el suministro de cultivos británicos.
Según ha dicho, «las patatas son un cultivo vital para las familias, ya que aportan un 14 % de la vitamina C consumida en Gran Bretaña y son un elemento esencial en el que se basan muchos de nuestros platos preferidos. No debemos subestimar el hecho de que esta temporada ha sido dura y estresante para los agricultores. Sin embargo, nos alegra la noticia de que las cadenas de abastecimiento están trabajando más unidas que nunca y estas continuas mejoras nos llevan a reducir el desperdicio de alimentos en todas las etapas, desde el productor hasta el consumidor».
La Environment Agency (EA), al frente de la cumbre de la National Farmers Union (NFU) que tuvo lugar el 1 de agosto, anunció el ese mismo día más soporte y ayudas para los agricultores afectados por la sequía. Mientras tanto, en Escocia, la Scottish Environment Protection Agency (SEPA) se ha comprometido a ayudar a que sus agricultores puedan disponer del agua que necesiten para regar.
No se podrá saber el tamaño máximo de los cultivos ni cómo responderán los mercados hasta la cosecha. Teniendo en cuenta la media de los últimos cinco años, la cosecha debería rondar los 5,7 millones de toneladas.
El doctor Clayton dice que «la temporada comenzó con temperaturas bajo cero seguidas de una primavera muy húmeda que atrasó la siembra. Desde entonces, hemos sufrido una de las sequías más duras durante los meses de junio y julio y muchos agricultores han declarado que sus cultivos están perdidos. Los granjeros se han esforzado las 24 horas del día para minimizar el impacto con equipos trabajando toda la noche para que el agua no se evaporara durante el día. Aún no ha terminado la temporada de desarrollo, así que es imposible predecir qué cultivos saldrán adelante. Variables tales como las condiciones climáticas y la disponibilidad de irrigación podrían mitigar estas condiciones tempranas. Los agricultores estarán en contacto con agentes de la EA para entender bien las medidas anunciadas el 1 de agosto. Igual de importante es que se mantenga un contacto regular entre productores y clientes para que trabajen juntos y puedan sacar el máximo partido a las cosechas de este año».
La tabla muestra ejemplos de los posibles tamaños de los cultivos británicos, basándose en una reducción de la media de las cosechas de los últimos cinco años. Por ejemplo, una reducción del 10 %, sumada a la ya predicha del 3 % del área plantada, nos daría un total de 5,1 millones de toneladas de patatas, es decir, una caída del 16 %. Si la sequía persiste, las cifras podrían ser aún más bajas.
El doctor Clayton afirma que «las buenas noticias para los consumidores son que, gracias a los incansables esfuerzos de los agricultores, podrán disfrutar de patatas y de productos derivados de la patata el año venidero».
Lo que sí es probable es que veamos patatas más pequeñas, pero los niveles de fibra y vitaminas no se verán afectados y las patatas seguirán siendo un alimento con un gran valor nutricional.
Fuente: AHDB